Raúl en CELAC: No se nos puede tratar en Latinoamérica como en el pasado (+ Video)
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Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Cumbre de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) /
Caracas, Venezuela, 2
de diciembre de 2011, Año 53 de la Revolución
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Compañero Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela;
Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de delegaciones:
Saludamos, en primer lugar, al hermano pueblo venezolano y a la
Revolución bolivariana. Venezuela nos recibe hoy hospitalaria y
orgullosa, en el año que celebra el bicentenario de su independencia y
nos ofrece la oportunidad de reunir a los gobiernos de toda América
Latina y el Caribe.
Tenemos el privilegio de asistir a un acto fundacional de carácter
trascendental. Con las decisiones que aquí adoptamos y el trabajo
conjunto de los últimos tres años, reivindicamos más de dos siglos de
luchas y esperanzas. Llegar tan lejos nos ha costado esfuerzo, pero
también sangre y sacrificio.
Las metrópolis coloniales de antaño y las potencias imperiales de hoy
han sido enemigas de este empeño. Han intentado desafiar el ideario de
Simón Bolívar quien, con larga visión, sentenció: “La unidad de nuestros
pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto
del destino”.

Raúl en CELAC
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es nuestra obra más preciada. Simbólicamente, consolida el concepto de una región unida y soberana, comprometida con un destino común.
En términos estratégicos, nos brinda el instrumento político
requerido para aunar voluntades, respetar la diversidad, resolver
diferencias, cooperar por el bien de nuestros pueblos y solidarizarnos
los unos con los otros. Su éxito dependerá del carácter y la sabiduría de sus miembros, que somos las 33 naciones independientes situadas entre el Río Bravo y la Patagonia.
En la unidad en torno a la soberanía, el desarrollo y la equidad
estará nuestra fuerza y de ella dependerá la prosperidad con justicia de
los ciudadanos de esta vasta y rica región. No tenemos un ideario
plenamente homogéneo, ni coincidimos en todas las posiciones políticas.
Esa es parte de la realidad y con ella debemos trabajar en un clima de
respeto y cooperación.