terça-feira, 10 de abril de 2012

ESPECIAL SOBRE NUESTROS CINCO HÉROES TESTIMONIOS DE LOS FAMILIARES



René Antonio Fernando Gerardo Ramón 5 de marzo de 2012 Año 2 No. 39
EMBACUBA BRASIL

INDICE

Afirma esposa de Gerardo confianza en que él nunca se doblegará .............................. 3
No ha sido justo el juicio, dice esposa de Fernando González Injusticia ......................... 3
Resiste heroica mujer presiones del FBI y de la mafia anticubana de Miami .................. 4
Resalta la esposa de Ramón Labañino Salazar que lo amó más a partir de conocer su sacrificio y digna misión ................................................................................................... 5
“Justicia es lo que necesitamos”, reclama madre de Antonio Guerrero........................... 6
La llamada de René es lo que más espero ..................................................................... 7
Del jardín de los Labañino brotó el héroe ...................................................................... 10




Afirma esposa de Gerardo confianza en que él nunca se doblegará Injusticia.

cubaweb

Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, dijo tener plena seguridad de que Gerardo no flaqueará. ''Es una persona con una convicción muy firme, de una entereza increíble, muy decidido y fiel'' afirmó.
Esas cualidades de él se dejan ver en una carta que envió a sus familiares en la cual escribió:
"La Fiscalía nos subestimó, nos quisieron comprar primero, intimidar y doblegar después, y no calcularon que somos hijos de un pueblo que nunca en la historia se ha dejado comprar ni intimidar, ni doblegar y por el contrario ha sabido siempre resistir y convertir los reveses en victorias. "Vamos a ver en qué termina la batalla de las leyes, pero la de la moral y la dignidad ya la ganamos hace rato", expresa. Adriana habló del carácter alegre y responsable de Gerardo. “Es una persona muy jaranera, yo lo clasifico como un verdadero cubano, de mucha chispa, iniciativa y creatividad, pero, además, muy espontáneo, pero responsable. También le gusta hacer varias cosas a la vez, lo que lo llevó simultáneamente a practicar karate, estudiar en el ISRI, pertenecer al grupo Teatro Nuestro y ser miembro de un equipo de excursiones que recorría lugares históricos y turísticos del país. Recordó que la primera separación fue en 1989 cuando Gerardo cumplió misión internacionalista en Angola por espacio de un ano, y la segunda sobrevino durante el cumplimiento de su misión en los Estados Unidos y especialmente difícil durante los años en los que no supo de su esposo debido al cruel castigo de las autoridades norteamericanas. Reconoció lo difícil que fue para ambos la primera comunicación telefónica desde la prisión a finales del pasado año, en la que demostró su seguridad, su preocupación por la salud de todos y por como pensaban acerca de los acontecimientos, entre otros aspectos.


No ha sido justo el juicio, dice esposa de Fernando González Injusticia

Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando González, uno de los cinco patriotas cubanos detenidos injustamente en Miami, denunció hoy que en ningún sentido fue justo el juicio seguido a ellos, el cual contó con un jurado muy manipulado.
Freijanes hizo hincapié en que Estados Unidos no ha aplicado una verdadera justicia en el caso, y se refirió a la férrea hostilidad de la prensa floridana al servicio de la mafia cubano-americana, la que en todo momento ejerció influencia sobre el desarrollo de las vistas orales en la corte.
Es muy difícil lograr justicia en un ambiente en el que hay un bombardeo constante contra Cuba y tratan de manipularse y ocultarse las realidades de la Isla, aseguró la esposa de González en entrevista concedida a la Televisión Cubana. Destacó entre los logros más reveladores de Fernando su lealtad a sus compañeros, a sus amigos, a la Revolución y a sus principios, y a continuación afirmó que las razones de la resistencia y la dignidad de los cinco acusados están en la utilidad de la labor que realizaban para la tranquilidad y seguridad del pueblo cubano. Freijanes fue categórica al ratificar que la preocupación por 11 millones de cubanos y la responsabilidad que asumieron al luchar por el derecho de los que viven en la Isla de defenderse de las constantes acciones terroristas provenientes de Miami, los mantiene animosos, serenos y firmes. Ellos evitaron que nosotros corriéramos muchos riesgos, incluidos los niños cubanos, señaló. Al completar la imagen de Fernando, uno de los cinco héroes que sufren prisión en las celdas de castigo del centro de detención de Miami, su esposa se refirió a su seriedad y afectuosidad, la predilección por las canciones de Silvio Rodríguez y su gusto por el baile, principalmente sones y guarachas. Aunque ya suman 27 meses sin contacto, Freijanes confirmó que cada posibilidad de comunicación telefónica, aunque sean breves minutos, y cartas, reafirman los vínculos que los une y su orgullo por la actitud de Fernando y sus compañeros. La hermandad de las familias de los cuatro con nosotros constituye uno de los hechos más hermosos de esta solidaridad, subrayó. Con más de 33 meses en prisión, Fernando González, junto a René, Gerardo, Ramón y Tony, sufre en las celdas de castigo de la penitenciaría de Miami, la hostilidad del infame ambiente que se respira en esa ciudad floridana, sin conocer aun sus abogados las causas del regreso al tenebroso hueco de esa instalación.


Resiste heroica mujer presiones del FBI y de la mafia anticubana de Miami Injusticia
.cubaweb

Olga Salanueva Arango, esposa de uno de los cubanos detenidos en Estados Unidos, René González, estuvo encarcelada tres meses en Miami. En aquellos duros momentos recibió mensajes de aliento de René y sus compañeros. Olga fue finalmente deportada a Cuba, e hizo declaraciones a la TV. ''No cederé'', repetía en una de las misivas René.
La correspondencia casi diaria recibida en la cárcel por Olga Salanueva Arango, esposa de René González uno de los cinco compatriotas detenidos en Miami, fue una gran fuente de solidaridad y aliento durante sus tres meses de encierro en esa ciudad floridana, donde resistió las enormes presiones del FBI y el hostigamiento de la mafia anticubana.
La heroica joven, deportada finalmente a Cuba por no claudicar ante las amenazas, relató su sufrimiento en prisión, separada de sus dos hijas, una de 16 años y otra de dos, increíblemente también acusadas de haber recibido ''entrenamiento de inteligencia'' en la Isla, en otra de las tantas aberraciones que han caracterizado todo este proceso. Con sencillez y visiblemente orgullosa de la viril postura del esposo y sus compañeros, la ejemplar mujer dijo que, luego de la detención de René, era acosada por la mafia anticubana que presionó además para que la despidieran del trabajo. También recibía constantemente llamadas telefónicas para insultarla groseramente. ''Perra, esposa de un espía comunista'', le decían. Recordó que un oficial del FBI la conminó a colaborar, cuestión que rechazó. "Si no dices toda la verdad sobre tu marido, tú y tus hijas serán enviadas a Cuba", le dijeron en varias ocasiones. Relató que fue enviada a una penitenciaría para reclusos con mala conducta; y cómo prefirió que no le llevaran a su niña menor a verla en la cárcel, pues debía hacerlo a través de un cristal y hablar por un teléfono. Señaló Olga que desde la cárcel envió cartas a René que no llegaron, aunque sí recibió las de él y la de sus compañeros dándole aliento, hasta que fue expulsada del país hacia Cuba. En una de esas cartas, le envió un sentido poema de amor, con líneas de dignidad y patriotismo: Si me privaran del agua que calma mi sed para que, inerte me humillara, no cederé, pues no podrían impedir que me saciara con la frescura que fluye de tu alma. Si me privaran de esperanzas e ilusiones con la inútil pretensión de arrodillarme, no cederé, pues me sobran para refugiarme nuestras vivencias de quereres y pasiones.




Resalta la esposa de Ramón Labañino Salazar que lo amó más a partir de conocer su sacrificio y digna misión Injusticia

Elisa Palmeiro, la fiel compañera y esposa de Ramón Labañino Salazar, resaltó la inmensa satisfacción que constituyó para ella el nacimiento de la segunda hija, un regalo de amor, dijo, para un hombre al que amo más a partir de conocer su sacrificio y digna misión.
La historia de Ramón, uno de los cinco patriotas cubanos encarcelados injustamente en Miami, ahora sometidos a groseras y repugnantes represalias, fue presentada en la Mesa Redonda Informativa de este miércoles.
Ramón Labaniño Salazar es hijo de una humilde familia y a pesar de sus prolongadas ausencias del país ha sido constante su preocupación por la formación de sus tres hijas: Aily, 13 años y fruto de su primer matrimonio, y Laura y Lisbet (ocho y cuatro años, respectivamente) las más pequeñas. El tres de febrero de este año Ramón le reiteraba en una carta a su esposa Elisa Palmeiro cuanto la amaba y pedía de ella que cuidara mucho a las niñas y a todos los suyos, prueba de su amor paterno y filial, además, de aconsejarle que buscara, escuchara y releyera las canciones de Silvio Rodríguez, El dulce abismo y El Necio. Reflejo de su valor y sensibilidad humana es reconocerle en la propia misiva su amor de esposo, respeto de compañero y orgullo gigante hacia el maravilloso ser humano que es, y por su grandeza en los momentos difíciles que viven. Destacado desde sus estudios primarios, secundarios y preuniversitarios por las diversas responsabilidades que ocupo, se graduó como economista con Diploma de Oro en la Universidad de La Habana. Labañino ingresó en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas en 1987 y en 1991 alcanzó la condición de militante del Partido Comunista de Cuba. A principios de la década del 90 sale a cumplir misión en Estados Unidos, donde se encarga de importantes y riesgosas tareas contra los grupos contrarrevolucionarios radicados en Miami, que con impunidad incrementaron ostensiblemente las actividades terroristas y de desestabilización contra la Isla. Hasta el momento de su detención en la Florida vivió en condiciones muy modestas, laboró repartiendo medicamentos a diferentes farmacias y comercializando calzado. Su esposa lo define como una persona dulce, cariñosa, inteligente, sociable y capaz de mantenerse al tanto de todo el quehacer de la familia, por lo que su falta es una presencia ausente, capaz de borrar las distancias.


“Justicia es lo que necesitamos”, reclama madre de Antonio Guerrero
Cubadebate

Un sentido reclamo de justicia formuló hoy ante medios de prensa en Buenos Aires la madre de Antonio Guerrero, Mirta Rodríguez.
Antonio es uno de los cinco luchadores antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998.
“Justicia es lo que necesitamos”, sostuvo Rodríguez en una nutrida conferencia de prensa en la cual denunció la injusta prisión que sufren desde hace 12 años estos jóvenes llenos -dijo- de muchos principios y de dignidad. Recordó que acciones terroristas acometidas por grupos asentados y protegidos en Miami, Florida, provocaron durante años innumerables víctimas a Cuba, y subrayó que precisamente para evitar que esto volviera a ocurrir luchaban Los Cinco.
Hay que valorar el sacrificio de estos jóvenes humildes, que “lógicamente representan a Cuba, son revolucionarios y cumplían una misión justa”, reiteró. Mirta Rodríguez se refirió asimismo al viciado proceso judicial al que fueron sometidos Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, y que definió como “una vergüenza total”. En ese sentido, Nuris Piñero, una de las abogadas de la defensa de los antiterroristas cubanos, aseguró que éste no es un caso legal, ni criminal, sino completamente político y plagado de violaciones. Pese a estar comprobado que ninguno de ellos requirió información que pudiera afectar la seguridad nacional ni militar de Estados Unidos, fueron condenados a severas penas que muchas veces han debido cumplir en condiciones extremas, explicó. La jurista destacó que en mayo de 2005 el Grupo de Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas reconoció las violaciones en que se había incurrido en el proceso judicial y solicitó al gobierno norteamericano cesar esa injusticia. A pesar de ello, lamentó, nada se hizo y el de Los Cinco devino clara muestra de un caso en el cual la política hace lo imposible por impedir que la verdad se abra camino. Piñero manifestó además que, agotadas las vías legales, corresponde que el presidente Barack Obama, haciendo uso de las facultades que le concede la ley y honrando el Premio Nobel recibido, ponga inmediatamente en libertad a Ramón, Tony, Gerardo, Fernando y René. Tanto Rodríguez como Piñero agradecieron las muestras de apoyo y solidaridad recibidas desde diversas latitudes durante estos 12 años y ratificaron que sólo la denuncia internacional hará posible que Los Cinco sean libres.


La llamada de René es lo que más espero Injusticia.
cubaweb

Conversación con el padre de René González, uno de los cinco prisioneros políticos cubanos encarcelados en EEUU, en la que se mezclan amor y homenaje, sentimiento y denuncia, recuerdo y familia, esperanza y cubanía.
Todavía brilla en sus ojos la imagen de la placentera tarde en que jugaba béisbol con sus hijos René y Roberto en el Parque Martí, de la capital cubana. Pero como pelotero de corazón, que vio hacerse hombres a esos dos compañeros de afición, Cándido René González no se queda en el recuerdo. Está seguro de que los tres volverán a vivir una tarde parecida, y que él tendrá un buen desempeño, a pesar de sus años. El reencuentro se perfila con nitidez en la esperanza.
Es mucho más que aquel sueño que tejía en los años 50 cuando, pese a la difícil situación económica que padecía, dedicaba largas horas a ser segunda base -aunque anhelaba la tercera- o a la posición de campo corto en aquellos equipos de beisbol que hicieron historia en Cuba. El padre de René, uno de los cinco prisioneros políticos cubanos arbitrariamente encarcelados en Estados Unidos, no lo piensa dos veces para afirmar que este domingo lo que más esperará es la temprana llamada de su hijo desde la cárcel de Loretto, en Pennsylvania. "Conversar con él será un alegrón y seguro me llama temprano", me confiesa, pues no duda de que esa llamada, de ser posible, no fallará. Como ese día le corresponde cumplir con su jornada de custodio - y no dejará de hacerlo-, sabe que los suyos irán a verlo allí y juntos celebrarán esa satisfacción de la mañana. Su jovialidad se vincula al optimismo y al futuro: "Nosotros vamos a ganar, creo que al final la justicia tiene que prevalecer. Tiene que saberse la verdad. Tiene que hacerse un proceso justo". Recientemente, él visitó al hijo junto a Irma Sehwerert, la mamá de René: "Nos fuimos el 20 de abril, hacía más de 11 años que no lo veía, y 11 veces me reencontré con él. Eso fue mucho, usted no se imagina...Porque él me decía por teléfono: "Estoy bien, viejo, no hay problema" ; y yo pensaba: "Este puñetero me está haciendo trampa; pero lo ví bien, con un ánimo tremendo y muy fuerte. "El y sus cuatro compañeros son los que les dan ánimo a uno. No te dan tiempo a hacer pucheros, como decimos los cubanos. "René hace mucho ejercicio, preguntó por todos, por cada miembro de la familia, los amigos, los vecinos, por el pueblo, y nos contó de la cantidad de correspondencia que recibe a diario. "No me da tiempo a contestarla toda", me dijo, porque ha recibido cartas de Alemania, Francia, Inglaterra, Argentina y de los propios Estados Unidos, gente solidaria y que quiere saber más de su caso. "René corre 10 kilómetros diarios, lee mucho y escribe mucho también. El me dijo en broma desde que llegué: "Papi, nos vamos a coger odio de tanto hablar y vernos"; pero ya el último día me dijo: "Se nos quedó algo en el tintero". "Así es él: jaranero y guarachero, aunque de mis dos hijos varones es el más serio. Los dos lo son en el trabajo y en la vida, y son más simpáticos que yo. "Y déjeme decirle, es un magnífico padre. Todo el tiempo está preocupado por sus hijas. Es cariñoso y exigente, porque a Irmita la ayudaba en todo en la escuela". En la conversación con Cándido René González, hablamos de su incesante búsqueda de trabajo en la Cuba de los años 50; de su llegada como pelotero profesional contratado a Estados Unidos, donde nunca llegó a efectuar su primer juego; de su relación con Irma Sehwerert y la estancia en Chicago; la larga experiencia obrera, la llegada de su primer hijo...
"Yo jugaba en La Habana, donde nací en un caserío llamado Cangrejera, entre Punta Brava y Santa Fe. Aunque nunca tuve ese gran interés en ser profesional, la vida era muy difícil y el trabajo también. Era peón de albañil, daba un pico y una pala espeso. Si me daban trabajo en el central no me iba, pero me dijeron que más adelante, y no podía esperar.
"Yo voy a Estados Unidos en 1953, primero al entrenamiento en Texas, junto a otros cubanos. Por cierto, los negros eran ubicados en México, lejos de los blancos; todos los días los tenían que llevar y traer. Fuimos a Illinois a jugar; pero tuve enseguida problemas con el jefe del equipo. Entonces me fui para Chicago y allí conocí a Irma. Nos enamoramos. Estuve dos años ilegal, trabajando en lo que encontraba. Regresé a Cuba y, cuando después volví, nos casamos. "René nació en el 56. Imaginate, era la pelota de uno. Fue el primer hijo. Quería varón y lo tuve. " Pasamos momentos difíciles, muy duros. Yo siempre fui un rebelde; en Cuba veía una situación terrible. Batista había dado el golpe, yo había vivido la politiquería, los abusos, el pandillerismo, pero aun no era un revolucionario. Allá seguíamos la situación de nuestro país.En el Barrio Latino conseguíamos la Bohemia, veíamos a gente que iba a Cuba y nos informaban, hasta que en el 57 se forma el Movimiento 26 de Julio en Chicago y nos incorporamos Irma y yo. "Al triunfo de la Revolución vimos cómo ya se manipulaba en Estados Unidos la realidad de lo que pasaba en Cuba. Vinimos y comprobamos la verdad, cómo el pueblo se movilizaba, y aunque lo dudamos mucho, regresamos; pero ya en el 61cuando la invasión a Girón, no lo pensamos más. Vinimos los cuatro, pues ya mi segundo hijo Roberto tenía tres años. "Estaba loco por venir y emprendimos años intensos: guardias, trabajo voluntario, movilizaciones, cortes de caña, incorporados a todo el quehacer del pueblo. "Los niños iban a todo con nosotros. Se educaron en ese ambienterevolucionario, el del Che, de Fidel y se impregnó en ellos ese espíritu. Desde chiquito, René tenía obsesión con los aviones. Soñaba con ser piloto. Era lo que más le gustaba, y lo logró ya de joven al incorporarse a un curso, primero en la fumigación, y después en la aviación deportiva. Cándido René sonríe al revivir cada momento. Tal parece que viera al hijo mientras conversa animadamente. De pronto, su expresión cambia y cada fecha fluye como si hubiera ocurrido apenas ayer. "Sí, me cayó un mundo arriba. El domingo nueve de diciembre de 1990 veo que viene a mi casa toda la tropa con Roberto, Irma, Olga, Irmita. ?Qué pasó?, pegunto. "No te asustes, no te disgustes", tratan de calmarme. Pero ?qué pasa?, insisto. "Rene se fue ilegal para Estados Unidos" , me informan. Quiero saber: ¿Llegó? ¿está bien?. "Sí, fue ayer sábado". "Nunca pensé que alguno de mis hijos tuviera esa idea. Me cayó todo encima. Me dije que ya él era un hombre y tomó esa decisión. En todos esos años supe de él por la madre, pero nunca hablamos ni nos escribimos. A veces me imaginaba cosas, en lo más profundo tenía mis sospechas, porque mi hijo era íntegro, de convicciones. Pero aunque lo pensara o lo deseara, siempre pensando en él, eso permanecía dentro de mi, en silencio... "A él lo prendieron también un sábado, el 12 de septiembre de 1998, y el lunes 14 supe toda la verdad. Aquello que yo tenía dentro salió. ¿Qué sentí? Un doble sentimiento: el de que estuviera encarcelado y el orgullo por la misión que cumplía, tan noble, tan hermosa, luchando contra el terrorismo allí mismo en Miami. Desde entonces el orgullo ha ido creciendo por día.
"Todo ese largo proceso fue terrible, hemos sufrido mucho, y ellos mucho más en esos 17 meses y 48 días en solitario en una celda de máximo castigo, sin haber
hecho nada, sólo por ser cubanos de Cuba. Imagino que a todos los familiares de los cinco les pasa lo que a mí.
"!El desenvolvimiento que Rene ha tenido ha sido tan digno!.En su alegato él defiende a sus cuatro compañeros... "Yo le digo una cosa, en estos dos últimos años de lucha en defensa de nuestros hijos he aprendido más que en los casi 70 que tenía entonces. Me siento ahora mucho más revolucionario". Las sombras se han desvanecido de su rostro, y desaparecen por completo cuando afirma que está ahora más cerca de René, que tiene confianza en que la justicia prevalezca, que el juego de pelota con sus hijos va de todas todas, que hubiera querido volver a mirar la casita de Chicago donde amó tanto a su familia, trabajó duro y nació su primer hijo, ese del cual espera, a primera hora de este Día de los Padres una llamada para escuchar sus bromas, su ánimo, su entereza. (ain)

Del jardín de los Labañino brotó el héroe
Injusticia.cubaweb

El padre de Ramón Labañino Salazar, uno de los cinco cubanos presos en cárceles federales de Estados Unidos, habla sobre sus recuerdos, certezas y esperanzas.
La tierra es sabia. Sólo escoge a hombres sencillos para que la fecunden. Por ello, cuando Holmes Labañino Cantillo nació hace 63 años en la oriental Baracoa, fue hechizado y vivió apegado a ese, su "elemento vital", hasta hoy. Aun cuando, siendo joven, se fue a la ciudad, no traicionó esa relación. En La Habana trabajó de cristalero, custodio y "arreglalotodo", pero la labor que más desempeñó fue la de convertir jardines en obras de arte. Y también lo hizo con su vida. Holmes es el padre del hombre que, ante la inminencia de una injusta sanción judicial que lo condena a prisión por más de una vida, y con el corazón plantado a cien millas de su pecho, aseguró que llevaría el uniforme de recluso con el honor y el orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias. "Él es mi orgullo", afirma Holmes cuando habla de su hijo Ramón Labañino Salazar, uno de los cinco cubanos presos en cárceles federales de Estados Unidos, por penetrar a organizaciones terroristas radicadas en el sureño estado de la Florida. "Yo no supe del trabajo que estaba realizando. Él no me habló de eso y nunca le pregunté. Desde muy joven siempre supo qué hacer y siempre hizo lo correcto." Ramón es el mayor de cuatro hermanos. Holmes asegura que son muy unidos y que el primogénito es el eje de esa relación. "Yo creo que lo respetan más que a mí, y lo quieren mucho. Él siempre ha sido cariñoso, justo y dado a la familia.
Es también muy inteligente. "Desde pequeño fue estudioso, sus maestros nos mandaban a buscar o venían a la casa para felicitarnos. Pero él lo hacía por su cuenta, nunca tuvimos que mandarlo. Le gustaba. "Durante su carrera de Economía tuvo una novia que estudiaba lo mismo, aunque en otro lugar, y repasaban juntos. Creo que en ese tiempo él se aplicó más que de costumbre, porque llegaba siempre de madrugada a casa. "Yo lo esperaba en el portal porque la madre no se acostaba hasta que él aparecía, y cuando una vez lepregunté por qué llegaba a esa hora, me respondió: "Papá, ustedes tienen que entender: Por la mañana voy a clases, de allí salgo para el deporte (practicaba karate) y luego regreso, me baño, como y estoy un rato con ustedes, pero...a alguna hora tengo que „estudiar‟ ¿no? "Ahora pienso que debió haber aprovechado bien su tiempo, porque terminó con Diploma de Oro. "Su madre fue una gran mujer. Ellos se adoraban. Nereida, desde muy joven allá en Oriente, colaboraba con el Ejército Rebelde. Lavaba sus uniformes y ella misma se los llevaba al monte, desafiando todos los peligros. Así fue toda su vida, luchadora, hasta que murió hace cuatro años. "De su mamá le viene a Ramón, probablemente, el artista. Ella gustaba de cantar décimas. Varios meses después de su muerte a él lo capturaron. "Fueron dos golpes duros, sin embargo, no perdió la ecuanimidad. Esa es otra de sus virtudes. "Cuando hablamos por teléfono no se lamenta de su situación; al contrario, mantiene el tono jaranero de toda la vida. Dice que está fuerte como un toro. Él siempre está bien para los demás, aunque el dolor lo esté matando. "Debe de estar loco por ver a Elizabeth y a sus tres niñas. La más chiquita tiene cuatro años, y ese es el tiempo que tiene de no verlas... Ellas son su delirio. "A mí me dice: Papá cuídate mucho para que puedas aguantar la recholata cuando yo vaya para allá... ¡Cuídateee! "Pero usted ya sabe, cuando la „pelona‟ llega... ni aunque te metas en una cueva de cangrejos." Y su rostro ensombrece cuando dice para sí: "... Vamos a ver cómo llego allá". Holmes no se engaña. Sabe que la lucha puede ser larga, pero confía en que un día regresarán los cinco cubanos. El no sabe nada de leyes, eso lo deja a los abogados. Pero sabe de jardines.
"Es como una planta -la justicia-, lo difícil es que germine, lo demás es sólo cuestión de regarla". Está convencido de que el juicio y las condenas dictadas a su hijo y sus compañeros son el producto de la frustración de la contrarrevolución en Miami ante la imposibilidad de revertir el proceso revolucionario en Cuba. "Han hecho de todo para destruirnos. Han apelado a los métodos más bárbaros, pero aquí estamos". Por eso se siente agradecido del apoyo que recibe de "su" pueblo: "Eso es lo que los traerá de regreso. Esta batalla sacará a la luz la verdad y se ganará el apoyo de todo el pueblo norteamericano, como se ha ganado ya el de otros". (ain)

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