quarta-feira, 3 de março de 2010

JOSÉ MARTÍ PÉREZ (1853-1895, CUBA)

Por el Equipo Proyecto Emancipación

De Varias Fuentes



Contexto:



Mundial: Unificación nacional alemana e italiana. Comuna de París. República española y sublevación federalista. Crisis económica mundial. Auge del capitalismo monopolista financiero. Imperialismo.

Latinoamérica: Benito Juárez derrota la invasión francesa a México. Luchas de Eloy Alfaro en Ecuador. Invasión estadounidense a Nicaragua. Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay revolucionario.

Cuba: Alzamiento de fuerzas independistas cubanas en Las Villas. Pacto del Zanjón que termina con la Guerra de los Diez Años. Abolición de la esclavitud.

Antecedentes:



Martí fue matriculado en la Escuela Superior Municipal de Varones cuyo director era el educador y poeta cubano Rafael María Mendive, generoso maestro y forjador de conciencia patriótica que inculcó en su joven discípulo las ideas independentistas.



El 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes se alzó en armas en su ingenio La Demajagua, en la provincia de Oriente. Liberó a sus esclavos, y proclamó la independencia de Cuba. En La Habana, Martí no permaneció ajeno a los sucesos. Impulsado por el amor patrio, se comprometió con la idea mambí y se dedicó íntegramente a la actividad conspiradora que, meses más tarde, habría de costarle una acusación por "sospechas de infidencias”. Bolívar, Juárez, San Martín, Sucre, y otros revolucionarios contemporáneos como Betances y Hostos, fueron clave en su concepto de “Nuestra América”.



Datos biográficos:



Apóstol de la independencia de Cuba. José Julián Martí Pérez nació en La Habana, el 28 de enero de 1853. Destacado escritor, poeta, orador y periodista. Demócrata revolucionario, defensor de las masas humildes y combatiente por la igualdad de derechos y por la unidad más estrecha entre los cubanos blancos y negros.



A los dieciséis fue condenado a seis años de prisión por sus ideas revolucionarias. Con la salud quebrantada, fue indultado y confinado en la isla de Pinos. Deportado a España en 1871, publicó “El presidio político en Cuba”, el primero de muchos folletos que abogaban por la independencia cubana. Terminó su educación en la Universidad de Zaragoza; donde en 1874 se licenció en Derecho y Filosofía y Letras. Años más tarde, vivió su destierro en Francia. En 1875 se trasladó a México donde se casó con la cubana Carmen Zayas Bazón, y en 1877 fue a Guatemala, donde enseñó por un tiempo en la Universidad Nacional.



Volvió a Cuba en 1878 pero fue desterrado nuevamente en 1879 por sus continuas actividades revolucionarias. Se trasladó a EE.UU. donde vivió entre 1881 y 1895 en Nueva York, ejerció el periodismo y fundó en 1892 el Partido Revolucionario Cubano, del que fue elegido delegado para la organización de la lucha independentista. Fue ese año cuando fundó su diario, "Patria".



En 1895 en la isla de La Española redactó el “Manifiesto de Montecristi”, en el que predicó la guerra sin odio, y que firmó con Máximo Gómez, el dominicano héroe de la independencia cubana. Desembarcó con éste en Playitas, Cuba, donde murió un mes más tarde, el 19 de mayo de 1895, durante una escaramuza contra las tropas españolas en Dos Ríos.



Síntesis de su actuación:



Organizó la "guerra necesaria" para liberar a su patria del colonialismo español y convocó a los pueblos de "Nuestra América" a conquistar su "segunda -independencia", ante el inminente expansionismo del emergente imperialismo de Estados Unidos.



Desde su llegada a Madrid exiliado, se vincula con cubanos que comparten sus mismas ideas entre ellos se encuentra Carlos Sauvalle, deportado a España un año antes, cuya casa es un centro de reunión de exiliados. Ambos jóvenes se conocían desde que vivían en La Habana. En breve tiempo conoce también a muchos españoles progresistas, quiénes lo acogen con aprecio. Entre ellos se encuentra el director de “El Jurado Federal”, en cuyas páginas continúa la labor periodística que en favor de la independencia había iniciado en La Habana. De igual forma son receptivos a sus colaboraciones los periódicos “La Soberanía Nacional”, de Cádiz, y “La Cuestión Cubana”, de Sevilla, ciudades donde también hay elementos que apoyan la revolución y se oponen a la esclavitud en la isla antillana. Durante su exilio en España y luego en su época universitaria, Martí maduró profundamente su pensamiento político, como lo prueba el folleto publicado en 1873 bajo el título de La República Española ante la Revolución Cubana, en el que sostenía el derecho a la independencia de Cuba por las mismas razones que fundaban el nacimiento de la República en España. Exigía a la República consecuencia política: "Y si Cuba proclama su independencia por el mismo derecho que se proclama la República, ¿Cómo ha de negar la República a Cuba su derecho de ser libre, que es el mismo que ella usó para serlo? ¿Cómo ha de negarse a sí misma la República?"



En 1874 salió de España e inició una época peregrina cuyas principales etapas fueron: México, Guatemala y Cuba, en la que su pensamiento se abrió a las múltiples necesidades de su patria grande: América.



Las actividades clandestinas de Martí fueron descubiertas; y en septiembre de 1879 fue deportado nuevamente hacia España. En 1880 retornó a Nueva York. Era el principio de su etapa definitiva. Desde su llegada se había incorporado al Comité Revolucionario de Nueva York cuyas actividades, por entonces, respondían a los planes revolucionarios del general Calixto García. Martí expuso la necesidad de una revolución nacida del pueblo y conquistada por las fuerzas del pueblo.



En 1881 viaja a Venezuela. Funda la Revista Venezolana. Regresa a Nueva York. Inicia su colaboración con La Opinión Nacional, de Caracas. En 1890 se le nombra Cónsul de la Argentina y del Paraguay en Nueva York; y representante del Uruguay a la Comisión Monetaria Internacional Americana en Washington.



Entre los años de 1889 y 1891, los afanes expansivos de Estados Unidos se convirtieron en voluntad expresa de dominación, tal como lo mostraron las mociones y estrategias de sus representaciones en la Conferencia Internacional Americana y en la Comisión Monetaria Internacional Americana. En ambos acontecimientos participó Martí denunciando abiertamente el peligro imperialista que se cernía sobre Hispanoamérica. A partir de entonces el águila de Washington fue siempre para él "el águila temible”.



Viaja entre Nueva York, Tampa, Cayo Hueso y Filadelfia organizando a los cubanos en el exilio. Viaja a Haití. El 11 de septiembre se entrevista con Máximo Gómez en Montecristi, República Dominicana. Continúa con sus viajes en los primeros meses de 1893. El 3 de junio se entrevista nuevamente con Gómez. Viaja a Costa Rica y visita a Antonio Maceo el 30 de junio. Maceo acepta participar en la insurrección. Regresa a Nueva York y continúa los preparativos de la guerra durante el resto de 1893 y todo 1894.



El 29 de enero de 1895 firma, con Enrique Collado y José María Rodríguez, la orden de alzamiento dirigida a Juan Gualberto Gómez. El 7 de febrero llega a Montecristi. El 25 de marzo firma con Gómez el “Manifiesto de Montecristi”, donde sienta las bases programáticas de la revolución.



El 11 de abril de 1895 desembarca con Máximo Gómez y otros cuatro patriotas en Playitas, provincia de Oriente. El 15 de abril recibe los grados de Mayor General del Ejército Libertador.



Síntesis de su pensamiento:



- Antiimperialista y verdadero paladín de la unificación de Latinoamérica y el Caribe. En su condición de delegado del Partido Revolucionario Cubano puso en práctica su concepción de política exterior que, basada en el latino americanismo y el antiimperialismo, no limitaba su desempeño al establecimiento de nexos con los gobiernos y las extendía a los pueblos. En diciembre de 1889, Martí pronunció un discurso conocido como “Madre América”, que constituye todo un proyecto de política exterior, donde fija los principios que debían regir las relaciones interamericanas y la unidad de nuestros pueblos como fuerza imprescindible para frenar y enfrentar la conquista de América Latina por Estados Unidos.



- Identifica la revolución con los profundos cambios anhelados por esa masa irredenta que refleja en su mísera situación todos los horrores de la larga explotación colonial. Dirá “Con los pobres de la tierra quiero mi suerte echar”.



- Entiende que la verdadera revolución ha de nacer de la masa indígena porque es en ella donde la dignidad americana ha sido vilmente ultrajada y donde se contienen, por tanto, las exigencias más radicales para la reivindicación de una nueva vida.



- Piensa que la sola independencia no es la solución a las nuevas repúblicas Para él, la independencia, si no va acompañada de un profundo proyecto libertario orientado a erradicar todas las deformaciones creadas por la dominación extranjera, tanto económicas como políticas y culturales no será más que un simple cambio de formas. Por ello advirtió: "El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino el cambio de espíritu".



Citas importantes:



Sobre Nuestra América:

“En la América hay dos pueblos y no más que dos, de alma muy diversa por los orígenes, antecedentes y costumbres y sólo semejantes en la identidad fundamental humana. De un lado está nuestra América y todos sus pueblos son de una naturaleza y de cuna parecida o igual e igual mezcla imperante; de la otra parte, está la América que no es nuestra….”



Sobre la unidad:

“Es la hora del reencuentro y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes…



Sobre la cultura nacional:

“La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo aunque no se enseñe la de los arcones de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas”



Sobre los jóvenes en América:

"Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase de esta generación. El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!”



Sobre la lucha ideológica:

“Trinchera de ideas valen más que trincheras de piedra…. Una idea en´rgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados”



Sobre la autocrítica:

“Estrategia es política. Los pueblos han de vivir criticándose, porque la crítica es la salud; pero con un solo pecho y una sola mente. Bajarse hasta los infelices y alzarlos en los brazos. ¿Con el fuego del corazón deshelar a la América coagulada!”



Trascendencia histórica:



Su obra y su prédica inspiraron a los revolucionarios cubanos de las generaciones posteriores. En 1953, al ser detenido e interrogado por los hechos del 26 de Julio, Fidel Castro declaró, ante el tribunal que lo juzgaba, que Martí había sido el autor intelectual del "Moncada". Las ideas de Martí, junto con las del marxismo-leninismo, guían la política revolucionaria de la Cuba socialista de hoy. Convocó a los pueblos de "Nuestra América" a conquistar su "segunda independencia", ante el inminente expansionismo del emergente imperialismo de Estados Unidos.



Martí, junto a Bolívar se convirtieron en los mayores referentes de la lucha por la unidad de América Latina y el Caribe.





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JOSÉ MARTÍ (1853-1895)

De Cintio Vitier




De donde crece la palma



Primogénito de modestos inmigrantes, José Martí, sin renegar nunca de su raíz hispánica, se sintió fruto de Cuba, la tierra que lo vio nacer. Siendo todavía un niño, los espectáculos cruentos de la esclavitud lo hicieron pronunciar un juramento: "lavar con su vida el crimen". Al despuntar su adolescencia, era ya un luchador contra el colonialismo, que lo condenó a trabajo forzado, con cadena y grillete al pie, en un presidio político cuyos horrores denunciaría y en el que forjó paradójicamente, su libertad espiritual, su ética militante, con la que llegó a predicar una guerra de liberación "necesaria", pero "sin odio".



Su destierro en Madrid y Zaragoza, donde hizo estudios, le confirmó, por un lado, su vinculación con el espíritu rebelde del pueblo de España y por otro, que nada podía esperar Cuba de sus gobiernos, monárquicos o republicanos. Su peregrinación por México, Guatemala y Venezuela le hizo experimentar los problemas de las nuevas repúblicas todavía lastradas por vicios coloniales. Su estancia de cerca de quince años en Estados Unidos le permitió conocer a fondo los grandes creadores de la cultura, los méritos y peligros de su sistema social, las características de su pueblo y la tendencia imperialista creciente de su gobierno.



Este periplo vital quedó expresado en una obra literaria y periodística de primera magnitud, que adquirió su definitivo impulso a partir del viaje de Martí a Venezuela en 1881. El orador del discurso en el Club de Comercio de Caracas, el editorialista de la Revista Venezolana , el poeta de Ismaelillo , el autor del Prólogo al Poema del Niágara de Juan Antonio Pérez Bonalde, es ya el iniciador de una nueva literatura hispanoamericana que va a tener un Rubén Darío –quien al caer Martí en Dos Ríos lo llamó "Maestro"– su cabeza más visible.



No se dedicó Martí, sin embargo –y esa es otra lección de la parábola de su vida– a labrarse un renombre literario, sino que puso podo su genio verbal, como orador y como periodista, al servicio de la causa de Cuba y de la que llamara, en páginas memorables, "Nuestra América", a cuya concientización dedicó el testimonio de sus Escenas Norteamericanas.



Vida toda ella dominada por la eticidad, por el sentido del deber y el sacrificio, cuando José Martí proclama el Partido Revolucionario Cubano, el 10 de abril de 1892 en Nueva York, los humildes emigrados en la Florida ya empezaban a llamarlo con un apelativo –el Apóstol– que significativamente rebasaba los marcos políticos habituales.



A partir de aquella proclamación precedida por un discurso fundador del nuevo proyecto República –"Con todos, y para el bien de todos", pronunciado en el Liceo de Tampa el 26 de noviembre de 1891–, la actividad revolucionaria de Martí alcanza una intensidad sobrecogedora, reflejada en sus discursos, en sus artículos en el periódico Patria, en su epistolario y en sus viajes incesantes, incluyendo los que tuvo que hacer para asegurar la incorporación de los dos generales más prestigiosos de la Guerra de los Diez Años: Máximo Gómez, elegido General en Jefe del Ejército Libertador, y Antonio Maceo.



En el citado discurso Martí había dicho: "O la República tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio íntegro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás: la pasión, en fin, por el decoro del hombre, o la República no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos".



Principios de esta fecundidad aparecen en los documentos que debieron inspirar, al término de la guerra, la república martiana, tales como el artículo Nuestras ideas, Manifiesto de Montecristi y las últimas cartas a Federico Henríquez y Carvajal y a Manuel Mercado. Según éstos y muchos otros textos, la República sería una democracia integral, sin privilegios de raza ni de clase, fundada en el disfrute equitativo de la riqueza y la cultura, y en reivindicación de las masas productoras.



Por otra parte, en la citada carta a su confidente mexicano, pocas horas antes de caer en combate, le escribió: "...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con qué realizarlo". Ese deber consistía para Martí en impedir a tiempo, al independizarse Cuba de España, que un nuevo imperialismo se extendiera por las Antillas y cayera con mayor fuerza aún sobre las tierras de América.



Para eso, pues, y no sólo para liberar a Cuba de la colonia española, organizó José Martí la nueva guerra, en la que cayó, el 19 de mayo de 1895.



En lo hondo del pueblo la parábola martiana siguió manando lecciones y reclamos, pues como le dijo también a Mercado: "Sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento".



Su mayor gloria está en que supo hablar a los pobres y a los niños, en que supo vivir y morir por ellos. Seguirá, por consiguiente, iluminándolos con su ejemplo, ya que su obra en la tierra que lo vio nacer, en la tierra toda, no tiene fin.



CRONOLOGÍA DE JOSÉ MARTÍ

De http://www.ensayistas.org/





1853 enero, 28. Nace en La Habana, en la Calle de Paula No. 41, José Martí; hijo de Mariano Martí, de Valencia, y de Leonor Pérez, de Santa Cruz de Tenerife.



1857 Martí viaja con sus padres a España.



1859 Regreso de Martí a Cuba.



1866 Inicio de los estudios de Segunda Enseñanza, luego de haber estudiado con el poeta Rafael María de Mendive.



1869 Martí publica sus primeros escritos independistas en el periódico El diablo cojuelo de su amigo Fermín Valdés. Saca el primer y único número de su periódico La Patria Libre , donde aparece su drama Abdala . El 21 de octubre Martí es detenido y encarcelado.



1870 Martí es condenado a seis años de presidio político, y luego traslado por indulto a Isla de Pinos.



1871 Deportación para España. Publicación del ensayo El presidio político en Cuba. Se matricula en la Universidad Central de Madrid como estudiante de derecho.



1872 Traslado a Zaragoza por motivos de salud, a consecuencia de una enfermedad contraída durante su condena en las canteras de La Habana. Empieza a escribir su drama Adúltera .



1873 Estudios de derecho y filosofía en la Universidad de Zaragoza. Publicación del trabajo: La República Española ante la Revolución Cubana.



1874 Se examina de Bachiller y obtiene las licenciaturas en Derecho Civil y Canónico y en Filosofía y Letras. En diciembre abandona España y visita varias ciudades de Francia. Se embarca para México en Le Havre.



1875 Llega a Veracruz, México. Comienza su trabajo en la redacción de la Revista Universal, donde publica un boletín bajo el seudónimo de “Orestes” y traduce partes de Mes Fils de Víctor Hugo.



1876 Delegado al Primer Congreso Obrero Mexicano. En diciembre se embarca para Cuba.



1877 Regresa a México y se instala en Guatemala donde es nombrado catedrático de filosofía en la Escuela Normal Central de Guatemala. En diciembre viaja a México para contraer matrimonio con Carmen Zayas.



1878 Publica el folleto Guatemala . Regresa a su cátedra en Guatemala; pero renuncia a los pocos meses y viaja a Cuba. Se le deniega la solicitud de ejercer como abogado. Nace su hijo José Francisco en La Habana.



1879 Discursos políticos en Cuba. Nueva deportación para España. En diciembre viaja a Francia.



1880 Llega a Nueva York. Inicia su colaboración con los periódicos The Hour y The Sun.



1881 Viaja a Venezuela. Funda la Revista Venezolana . Regresa a Nueva York. Inicia su colaboración con La Opinión Nacional , de Caracas.



1882 Publica su primer libro de Versos: Ismaelillo . Escribe sus Versos libres. Se le nombra corresponsal de La Nación , de Buenos Aires.



1883 Dirección de la revista La América en Nueva York. Publica varias traducciones, entre otras la de Nociones Lógicas de Stanley Jevons; y su famosa "Carta" sobre la muerte de Marx.



1884 Entrevista con Máximo Gómez y Antonio Maceo en Nueva York. Analista de los movimientos sociales en los Estados Unidos.



1885 Publicación de numerosas crónicas y estudios sobre la vida social, política, científica y cultural en los Estados Unidos.



1886 Corresponsal de La Nación de Buenos Aires; de El Partido Liberal, de México; de La República , de Honduras; y de La Opinión Pública, de Montevideo.



1887 Muerte del padre en La Habana. Nuevamente se le nombra Cónsul del Uruguay. Prosigue su intensa actividad periodística.



1888 Representante de la Asociación Prensa de Buenos Aires en Canadá y Estados Unidos. Se le nombra socio corresponsal de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador.



1889 Publica el folleto Cuba y los Estados Unidos , y edita el primer número de su revista dedicada a los niños de América: La Edad de Oro.



1890 Se le nombra Cónsul de la Argentina y del Paraguay en Nueva York; y representante del Uruguay a la Comisión Monetaria Internacional Americana en Washington.



1891 Renuncia a sus cargos diplomáticos para dedicarse a la causa de la independencia de Cuba con toda libertad. Publica sus Versos Sencillos y el ensayo Nuestra América . Pronuncia sus famosos discursos: Con todos y para el bien de todos y Los Pinos Nuevos.



1892 Funda el Partido Revolucionario Cubano y edita el primer número de su periódico Patria . Viajes y discursos por los Estados Unidos, Haití, Jamaica y Santo Domingo.



1893 Continúa sus viajes y su actividad en favor de la independencia de Cuba.



1894 Entrevista con Máximo Gómez en Nueva York y Filadelfia. Viajes por Centroamérica y el Caribe organizando la guerra de independencia. Entrevista con Porfirio Díaz en México. Regresa a los Estados Unidos.



1895 Viaje a Montecristo, donde redacta el Manifiesto de Montecristo y su carta-testamento político a Federico Henríquez y Carvajal; su carta-testamento literario a Gonzalo de Quesada y Aróstegui; y su carta inconclusa a Manuel Mercado. El 15 de abril el Generalísimo Máximo Gómez le nombra Mayor General. El 19 de mayo cae mortalmente herido en una acción de guerra en Dos Ríos. Su cadáver se traslada a Santiago de Cuba. Se le entierra el 27 de mayo.




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