terça-feira, 3 de maio de 2011

Estados Unidos terrorista, acaso conoce la moral?


Por Euclides Fuentes Arroyo
No es necesario hurgar en los detalles del proceso que la “justicia” norteamericana acaba de realizar al confeso asesino de más de 73 inocentes,, a quien el poder mediático del imperio y sus lacayos de este continente, pretenden exhibirlo como “opositor” de un líder mundial, para llegar a la conclusión que se ratificaría la impunidad del favorito de Washington, Luis Posada Carriles.
Bandera EE.UUUna burla a la opinión pública mundial es avalar el amañado proceso que, previamente había sido viciado de deshonestidad por los antecedentes en que funcionarios del aparato procuraron desestimar los crímenes del sujeto protegido, entrenado y pagado por los aparatos del terrorismo de Estado del imperio.
El individuo de marras tiene la protección de quienes ejecutaron al Presidente John Fitzgerald Kennedy, en Dallas, Texas, en Noviembre de 1963. A partir de allí, recibe la patente de corso para ejecutar sus crímenes bajo la protección de la oligarquía estadounidense. Que el mundo entero no crea que solamente ese cáncer lo padecen Latinoamérica y otros países inmersos en el subdesarrollo..
De nada valió la confirmación hecha por la periodista estadounidense del New York Times, Ann Louise Bardach quien, fiel a la ética, grabó y dejó registrado para la historia, el descaro de un delincuente que mintió cínicamente al afirmar que desconocía el idioma inglés. Se burló de los jueces del sistema, consciente de su descomunal poder, al permitir que se materialice un fallo que retrata al gobierno de
Washington como lo que es, un Estado terrorista que carece de autoridad moral para repartir calificativos condenatorios al resto de los pueblos en materia de derechos humanos.
A pesar de las advertencias tácitas que encierran los honestos pronunciamientos del digno ex Presidente Jimmy Carter, en su reciente visita a la hermana isla de Cuba, el prisionero de la Casa Blanca no reaccionará ante el hecho probable de que se produzca otra infamia que mancille al noble pueblo norteamericano, víctima del esclavismo y la discriminación racial que aún se respira por los poros de la sociedad estadounidense, con la injusta condena de cinco patriotas cubanos que pusieron en manos de las autoridades de ese gobierno, las pruebas de una amenaza terrorista que no sólo alcanzaría instalaciones y ciudadanos de un pueblo vilmente hostilizado por Washington, sino también a viajeros de Estados Unidos y otras naciones que acuden a la isla para encontrar en su turismo, el aire de felicidad que les está vedado en sus estructuras presas del consumismo y la indolencia .
Cuando se insulta la inteligencia de la humanidad, no cabe otra alternativa que continuar despertando conciencias, a través de la denuncia de esa hipocresía ensayada por quienes detentan el poder de los recursos económicos de los países atados a los intereses imperialistas. Están sometidos, como eunucos, a la voluntad omnímoda de un sistema que, aunque tambaleante por la autodestrucción de su aparato económico, se juega su última carta para continuar sacrificando a la mayoría de esos pueblos a los que han estado acostumbrados a explotar y expoliar a lo largo de toda su historia.. (Panamá, 9 de abril de 2,011. E.F.A.)

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